No hace mucho tiempo, Australia se veía como un poco lejos para los inversionistas de bienes raíces acaudalados de Estados Unidos y Europa.
Ya no. La ciudad más poblada del país, Sídney, con una población de 5 millones de habitantes, es uno de los 10 destinos inmobiliarios más importantes del mundo, para personas de alto patrimonio neto definidas como las que tienen para gastar más de US$30 millones.
De acuerdo con la edición de este año del Informe de Riqueza de Knight Frank, las ciudades australianas de Sídney, Melbourne y Perth son lugares cada vez más buscados para este grupo de élite, así como para aquellos con más de US$1 millón para gastar, gracias a la asequibilidad, la seguridad y el estilo de vida.
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Sídney encabeza la lista de las mayores entradas netas de personas de alto patrimonio neto en todo el mundo, con un crecimiento del 4% de la población ya establecida en la ciudad, dijo Michelle Ciesielski, directora de investigación residencial de Knight Frank Australia.
Conocida por su cultura cosmopolita y su espectacular clima soleado, el agente afiliado de Christie's, Ken Jacobs, dijo que Sídney es un sitio de atractivo global en auge sus propiedades de alto nivel. Las viviendas de lujo en la ciudad costera se venden a un promedio US$680 por pie cuadrado (US$7.280 por metro cuadrado).
Melbourne se ubica en el segundo lugar de la lista a nivel mundial, con un ingreso neto anual de 3.000 personas con alto patrimonio neto, o alrededor del 4% de la población existente de Melbourne, según Ciesielski. Perth se ubica en octavo lugar en la lista con una entrada neta de 1.000 individuos de alto patrimonio neto.
Ya que aparentemente los beneficios compensan la distancia, Australia ya no es un problema para los compradores que buscan otros atributos del lujo como la exclusividad, privacidad, tamaño de las propiedades y ubicación.
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La comodidad, un fuerte sentido de la aplicación de la ley, las leyes fiscales transparentes, la estabilidad y la seguridad añaden un nivel de tranquilidad por el cual vale la pena viajar, dicen varios analistas de la propiedad global como Knight Frank y Savills.
"Australia está cada vez mejor posicionado para los ricos del mundo como un buen lugar para migrar e invertir debido a una serie de factores, incluyendo el estilo de vida y la relativa seguridad en la medida en que los individuos de alto patrimonio neto buscan un refugio seguro de la agitación política", dijo Ciesielski.
Alrededor de 8.000 millones de dólares australianos (US$6.000 millones) de nuevas viviendas en Nueva Gales del Sur y Victoria se venden a los extranjeros cada año, de acuerdo con el Registro Nacional de Propiedad Extranjera de Títulos de Propiedad, equivalente a una de cada cinco nuevas casas que se Completan en los dos estados más poblados de Australia.
Las tres casas más caras de Australia vendidas en los últimos dos años han sido a compradores aprobados por la Junta de Revisión de Inversión Extranjera incluyendo, más recientemente, la venta por $60,8 millones (US$46 millones) en febrero de la mansión en Point Piper del importador de autos de lujo Neville Crichton.
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Las cifras publicadas por el Registro Nacional de Propiedad Extranjera de Títulos de Propiedad del gobierno australiano identifican a los compradores de China continental, Hong Kong, Macao y Taiwán como los más comunes, representando el 80% de las propiedades vendidas a compradores extranjeros.
Las cifras del registro muestran que los compradores extranjeros gastan un promedio de A$1,04 millones (US$787.000) en una propiedad australiana y los compradores estadounidenses son los que gastan más al comprar propiedades por un promedio de US$2,35 millones.
También ayuda a atraer compradores extranjeros el hecho de que el mercado inmobiliario de lujo de Australia sigue siendo considerado subvaluado a nivel mundial a pesar de su crecimiento de dos dígitos en los últimos 12 meses, y la duplicación de valor en algunas ciudades desde 2009.
Aunque la asequibilidad de la vivienda generalmente sigue siendo un problema para los compradores australianos locales, el mercado de alta gama del país se valora muy por debajo de los mercados más establecidos, como Londres, Nueva York y Mónaco.