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El garaje giratorio: la última expresión del lujo

Plataformas electrónicas para autos son una solución a espacios angostos y un símbolo de estatus

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Un Ferrari descansa sobre un disco giratorio en el garaje de la casa frente al mar de Andrew Canter en La Jolla, California.

SANDY HUFFAKER PARA THE WALL STREET JOURNAL
Un Ferrari descansa sobre un disco giratorio en el garaje de la casa frente al mar de Andrew Canter en La Jolla, California.
SANDY HUFFAKER PARA THE WALL STREET JOURNAL

La casa frente al mar de Andrew Canter en La Jolla, estado de California, tiene una piscina de borde infinito en la terraza, paredes de vidrio que se deslizan, un cuarto de vapor de granito brasileño y un fregadero de caucho para limpiar su tabla de surf. Pero ¿cuál es la verdadera atracción? La plataforma giratoria en su garaje subterráneo, donde guarda su Ferrari 458, su Aston Martin DBS y su Range Rover. “Soy un hombre de autos. Siempre quise que mi casa de ensueño tuviera un garaje genial”, dijo Canter, de 31 años y dueño de una empresa de desarrollo de bienes raíces y servicios financieros en San Diego. Una vez que coloca sus dos autos deportivos en la plataforma giratoria de seis metros, esta puede rotar 180 grados para que Canter nunca tenga que salir en retroceso por la puerta de titanio y acacia koa, o darle la espalda al océano que tiene en frente. “Es un tema de seguridad. Y también es bien ‘cool’”, dijo Canter, cuyos invitados usualmente se congregan en el garaje climatizado para ver girar su auto. “Cuando el vino empieza a correr, la plataforma empieza a girar”. Las plataformas o discos giratorios de autos, clásicos de ferias de automóviles y salas de exhibición de concesionarios, son los nuevos juguetes de las propiedades exclusivas. Desarrolladores de bienes raíces de lujo están instalando plataformas giratorias electrónicas para autos tanto por su capacidad de deslumbrar como por sus ventajas prácticas en espacios limitados. Los coleccionistas están instalando los discos para exhibir sus autos deportivos. Otros dueños de casa están usándolos incluso en dormitorios, salas y patios. “Nuestras ventas [residenciales] se han duplicado cada año por los últimos cinco”, dijo John Thomson, propietario y presidente de Carousel USA, una empresa de plataformas giratorias para autos con 15 años de experiencia en California. Aunque Carousel vende la mayoría de sus productos a concesionarios de autos, así como fabricantes industriales y el ejército, las instalaciones en casas ahora representan 30% de sus ingresos, dijo Thomson, y la demanda está creciendo. “Siempre tengo entre 40 y 45 contratos residenciales a la vez”, señaló, añadiendo que los costos de instalación en casas varían desde US$30.000 hasta US$40.000.

La plataforma de Canter rota 180 grados.

SANDY HUFFAKER PARA THE WALL STREET JOURNAL

Las plataformas giratorias para los autos se han utilizado desde hace más de un siglo. Tanto Henry como Edsel Ford tenían garajes giratorios para guardar sus colecciones de autos. James Buchanan Duke, un magnate tabacalero, instaló un disco que se activaba manualmente en el sótano de su mansión en Carolina del Norte, para que su Rolls Royce pudiera salir de frente por la angosta rampa en curva de su casa. Desplazados por largo tiempo, ahora “muchas casas de lujo están construyendo (garajes giratorios) para facilitar su acceso, mientras que a los coleccionistas de autos les fascina”, dijo Thomson. La casa de alrededor de 300 metros cuadrados de Canter ocupa casi cada centímetro de su lote de 250 metros cuadrados. El ambicioso diseño necesitaba una rampa empinada para acomodar un garaje subterráneo, tan empinada que los autos deportivos no podían ingresar a menos que descendieran en picada hacia el garaje. Diseñaron entonces una rampa hidráulica para que se inclinara hacia arriba, luego quedara plana en la entrada, y terminara bajando a una posición casi horizontal en frente del disco giratorio. Construida sobre el piso de resina epoxi blanca, la plataforma de acero inoxidable se opera a través de un control remoto. Si el Ferrari de Canter no está alineado, sensores de seguridad detendrán la plataforma antes de que el auto se choque contra la pared. El garaje cuenta con una iluminación personalizada y un sistema de sonido incorporado reproduce música. “Quiero que mis autos estén cómodos”, dijo Canter, quien agregó que el costo de su casa partía en “US$1.000 el pie cuadrado (US$10.765 el metro cuadrado), y quizás más”. Los garajes giratorios están de moda entre los ultra ricos, según Rick Albers, del departamento de valuaciones personales de la aseguradora Chubb, quien tasa propiedades de alto nivel en la Costa Este de Estados Unidos. “Vi uno hace un par de meses, dijo Albers. “Era un garaje de US$2 millones con un McLaren, un Aston Martin y un Bentley. El propietario mandó a construir la plataforma con su propio lavabo incorporado”. El arquitecto y desarrollador Jared Della Valle decidió instalar discos giratorios en los garajes de cuatro dúplex de lujo que su empresa Alloy está construyendo en el barrio de Dumbo en Brooklyn. Era la solución a un espacio limitado: el único acceso a la calle de los dúplex era un corredor compartido angosto. “Es mucho más fácil girar el auto para ir de frente que retroceder, especialmente en Nueva York, que tiene tanto tráfico peatonal”, dijo Della Valle, quien gastó US$48.000 para instalar las plataformas. Joe Inzerillo no tuvo auto propio durante 10 años hasta que compró uno de los dúplex de Della Valle por US$4,5 millones a fines de junio, según registros públicos. “Me gusta tomar el metro”, dijo el subdirector ejecutivo y jefe de tecnología de Major League Baseball Advanced Media de 42 años. Luego se enteró de que la propiedad venía con el garaje giratorio. “Salí a comprar un Tesla”. Inzerillo se mudó al dúplex amoblado hace unos meses con su esposa y su Tesla P85D (cuyo precio base es de US$105.000). Está instalando un sistema láser que incluirá un rayo que lo guiará hasta la plataforma. “Es como vivir en el futuro”, dijo Inzerillo, agregando que a veces se divierte parándose en la plataforma mientras esta gira. Muy aparte de que si son prácticos o no, los garajes de autos están surgiendo como vitrinas de trofeos cinéticos. Thomson construyó una plataforma de cuatro metros en el piso de granito blanco en la casa en Los Ángeles del cineasta Michael Bay para el Chevy Camaro de 2010 que hacía del Autobot Bumblebee en la cinta Transformers: el lado oscuro de la luna. El Camaro reposa sobre un plato que gira lentamente junto a otros objetos de películas en una sala de juegos de mucho estilo en el nivel inferior de la casa; también hay un bar y una gran pantalla LED. “En años recientes, los garajes giratorios han ganado popularidad en el mercado inmobiliario de lujo de Los Ángeles”, dijo Michael LaMontagna, uno de los agentes que tiene a la venta una casa de US$49,9 millones que aún no tiene dueño en la Calle Stradella en Bel-Air y que tiene un disco giratorio como pieza central de su garaje para 10 autos. Para no quedarse atrás, Nile Niami, el cineasta convertido en urbanizador, está construyendo una casa de 930 metros cuadrados y garaje para 30 autos y dos plataformas giratorias. Espera vender la propiedad por US$500 millones. “Es importante para mi grupo de compradores, todos tienen lindos autos que quieren exhibir”, dijo Niami, explicando que su clientela está principalmente conformada por hombres solteros provenientes de muchos países. Niami está concluyendo la construcción de una casa un poco más modesta de US$45 millones en Beverly Hills, la misma que tendrá una especie de joyero con paredes de vidrio con una plataforma giratoria. “El auto del millón de dólares se pone aparte de los otros”, dijo. “Cuando estás en la sala inferior, verás a través de una ventana la plataforma giratoria, en acero inoxidable reluciente, con un auto girando sobre ella”. Reggie Lopez, el gerente general de Carturner, la empresa californiana que construyó el garaje de Niami, dijo que su modelo estándar de cuatro metros se ubica en el piso superior y puede guardarse en una pared. Cuesta US$11.900 y es capaz de girar cualquier auto, con la excepción del Rolls-Royce Phantom de más de cinco metros de largo. Carturner lanzará un nuevo modelo este año capaz de acomodar el Phantom, dijo. Lopez señaló que ha atendido pedidos de propietarios de casa que quieren instalar plataformas giratorias en sus dormitorios y salas. “Nunca me deja de sorprender lo que se le ocurre a la gente”, dijo Thomson, de Carousel, que ha colocado desde juegos de comedor hasta árboles de Navidad sobre discos giratorios. Hace poco instaló una cubierta giratoria en una terraza para un cliente en Florida. La estructura fue construida para soportar vientos huracanados. La sala de Marie Gade con vista a la Bahía de Manhasset en Sands Point, estado de Nueva York, ya tenía un disco giratorio cuando la casa compró hace 23 años. “¿Para qué la usamos? Para divertir a nuestros nietos. Quieren estar en el carrusel”, dijo Gade, una radióloga jubilada de 71 años. “Les digo: ‘Si se portan muy bien, si no están gritando ni corriendo, pueden subirse por 10 minutos’”. Ella y su esposo pusieron la casa de más de 1.020 metros cuadrados frente al mar a la venta por US$13,999 millones a principios del año pasado. “Todos se quedan impresionados de la sala giratoria, pero no creo que sea una gran aliciente de venta, es más la propiedad en sí y la vista al mar”, dijo la agente a cargo, Patricia Shroyer. Una plataforma giratoria podría incluso ser perjudicial. “Es un poco difícil mostrársela a alguien en la primera cita sin quedar como un patán”, dijo Canter, quien esperó un poco antes de llevar a su novia, Arianna Brugh, a su garaje. Brugh, de 28 años y quien se está procesando su licencia de arquitecta, prefiere estacionar su camioneta Mercedes-Benz en la calle en lugar de junto a los autos deportivos de Canter. “Es chévere, pero da un poquito de miedo”, dijo. “Hay muchos autos hermosos en ese garaje.” Esta historia publicada por The Wall Street Journal fue traducida por Mansion Global.