El número de propiedades de lujo que cambiaron de dueño en Manhattan cayó por quinta semana consecutiva conforme la usual desaceleración del verano continúa pesando sobre el sector inmobiliario.
Según la más reciente cuenta de Olshan Realty, solo se firmaron 15 contratos en la última semana por propiedades de US$4 millones o más, lo que significa tres menos que la semana anterior.
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“No hemos llegado a 20 contratos desde la última semana de junio”, dijo Donna Olshan, presidenta de Olshan Realty.
El contrato No. 1 fue por el departamento 10A en el 155 de la calle West 11 en el barrio del West Village, el cual se pedía US$17 millones. La residencia de 3.951 pies cuadrados (367 metros cuadrados) tiene cuatro dormitorios, cuatro baños completos y un tocador, además de una amplia sala y una sala familiar con balcón.
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La unidad se encuentra en el Greenwich Lane, un nuevo complejo de cinco edificios. Más de 96% de los 194 departamentos y cinco casas de múltiples niveles en el complejo ya se han vendido. Algunos de sus servicios incluyen conserjería, portero, gimnasio, piscina, sala para niños y garaje.
La segunda operación más cara se dio por la unidad 18F en 530 Park Ave., que se vendió por US$11,98 millones, una rebaja de su precio de US$16,5 millones cuando salió al mercado en septiembre. El departamento tiene 3.328 pies cuadrados (310 metros cuadrados), con tres dormitorios, tres baños completos, un tocador y dos terrazas.