Los departamentos de lujo en Miami Beach se vendieron por 20,5% más en el segundo trimestre frente a al año anterior, según un informe de mercado publicado hoy. Otros indicadores clave en el mismo estudio, sin embargo, hablan de una actividad más estándar.
El crecimiento de dos dígitos en el precio medio de venta de departamentos de lujo, que subió a US$2,8 millones, es más un reflejo de las propiedades más grandes que salen al mercado, y no de un aumento en los valores, explicó Jonathan Miller, presidente de Miller Samuel Inc.
“Es que Miami es cada vez más grande”, dijo Miller, cuya firma de valoración y consultoría inmobiliaria publicó su informe sobre Miami Beach para el segundo trimestre a nombre de Douglas Elliman Real Estate. Alrededor de 95% de las propiedades en el informe fueron reventas.
Miller agregó que el mercado de Miami Beach está “definitivamente más lento” que el año pasado, tal como parecen mostrar otros indicadores.
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Los departamentos de lujo, los que representan el 10% superior de las ventas, permanecieron en promedio 119 días en el mercado en el segundo trimestre, más del doble que hace un año, cuando un departamento de alta gama demoró 56 días para encontrar un comprador. Los vendedores, que aumentaron el inventario en 32% a 1.048 unidades durante el mismo periodo, también ofrecen grandes descuentos en medio del aumento de la oferta. El descuento promedio en el segundo trimestre fue de 9,6%, en comparación con 8,8% en el mismo lapso de tres meses en 2015. Con todo, el número de ventas cerradas se redujo de 106 a 83, según el informe.
Y mientras que el precio promedio de venta de propiedades de Miami Beach de todo tipo se situó en $1,017 millones, un aumento de 12% frente al año pasado y la cifra más alta en una década, las ventas bajaron 25% anual a 893 transacciones. Miller atribuyó el descenso en negocios cerrados a una caída anual de 55% de las ventas de propiedades en problemas, que incluyen las ejecuciones hipotecarias.
Miami se estabiliza en el punto medio
Los nuevos datos, sin embargo, no deben tomarse con pesimismo. Más bien, debe ser una señal de que el mercado residencial de Miami se está estabilizando con una actividad más sostenible frente al frenesí que experimentó en los últimos dos años, dijo Miller.
“Después de la crisis financiera, las ventas fueron históricamente bajas, después, en torno a 2012, las ventas fueron históricamente altas, ahora estamos más en el medio”, dijo. “Es un mercado de ritmo más lento”.
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Jay Parker, presidente ejecutivo de Douglas Elliman en Florida, está de acuerdo.
“Creemos que el mercado se está enfriando y probablemente continuará enfriándose, pero es un cambio saludable que no debe causar preocupación”, dijo Parker. “Observaría el mercado de manera positiva, porque un cambio hacia la sostenibilidad es lo que deberíamos estar buscando en lugar de los récords de precios”.
Parker también señaló que se trata de un año de elecciones generales en Estados Unidos, lo cual, junto con la incertidumbre global, podría empujar a algunos compradores a posponer adquisiciones. Aún así, cree los compradores extranjeros, en particular, seguirán buscando los bienes raíces de EE.UU. como un lugar seguro para invertir su dinero.