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Australia pone mano fuerte a los compradores internacionales

El gobierno promete más investigaciones sobre posibles abusos a las leyes de propiedad extranjera

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Una casa a la venta en Sídney este año; pesquisas han destapado 195 casos de posibles infracciones, pero muchos más estarían por venir.

BLOOMBERG NEWS
Una casa a la venta en Sídney este año; pesquisas han destapado 195 casos de posibles infracciones, pero muchos más estarían por venir.
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CANBERRA, Australia—Australia prometió más investigaciones a compradores extranjeros de bienes raíces residenciales, parte de una campaña en contra del abuso a las leyes de propiedad por parte de inversionistas de China y otros países. Las pesquisas, que ya han destapado 195 casos de posibles infracciones, son apenas el principio de un esfuerzo amplio por detener las compras ilegales de casas, dijo el secretario del Tesoro, Joe Hockey a reporteros esta semana, añadiendo que el número era seguramente una pequeña fracción de las investigaciones que están por venir. Las decenas de casos fueron destapados durante una pesquisa tributaria que duró un mes a la inversión extranjera que, dijo Hockey, involucró propiedades que van desde los 300.000 dólares australianos (US$231.000) hasta los 40 millones de dólares australianos (cerca de US$31,8 millones). “Esta es la punta del iceberg”, dijo Hockey, agregando que anticipaba examinar más compras en las semanas siguientes y decidir si obligaría a los dueños a vender. “A menos de que tenga un permiso, como extranjero no puede comprar propiedades residenciales existentes en Australia”. Las reglas a la compra de propiedades por parte de extranjeros fueron fortalecidas hace casi cinco años para restringir las adquisiciones a inmuebles de estreno con el fin de que estas operaciones impulsaran el inventario de vivienda del país, además de alentar la construcción residencial. Bajo esas reglas, los residentes temporales pudieron comprar casas de segunda mano con la aprobación del regulador de inversión extranjera, pero debían vender cuando se expiraban sus visas temporales. El año pasado, una comité del gobierno recomendó cambios, incluyendo una limpieza de los procedimientos para destapar compras ilegales, penalidades por infracciones, castigos a terceros que rompen las normas y cambios para garantizar que la autoridad de inmigración informe al supervisor de inversión extranjera cuando una persona deja el país. En abril, la Junta de Revisión de Inversión Extranjera dijo que China había superado a Estados Unidos como la principal fuente de inversión extranjera, con un total de 27.600 millones de dólares australianos (casi US$22.000 millones) el año pasado. Casi la mitad de ese dinero fue destinado a bienes raíces. El gobierno conservador de Tony Abbott se encuentra bajo creciente presión para hacer la vivienda más asequible para los australianos, así como para controlar el mercado inmobiliario impulsado por inversionistas y que algunos temen que podría entrar en crisis tras años de tasas de interés en récord mínimos. La preocupación es que el dinero de lugares como China y el sudeste asiático, que pasa desapercibido por los reguladores, esté alimentando el problema de la vivienda. Hockey, quien ya enfrenta problemas con los votantes por varios traspiés, provocó una nueva protesta durante sus declaraciones el martes, cuando defendió el alto precio de la vivienda en Sídney, y recomendó a las personas que no pueden acceder a su primera casa que consiguieran “un buen trabajo que pague bien”. Richard Di Natale, líder del partido de izquierda Greens, criticó la solución de Hockey y acusó a los conservadores de haber perdido contacto con los votantes que no pueden competir con inversionistas ricos, incluyendo a compradores internacionales. El secretario del Tesoro dijo que los compradores extranjeros usualmente han utilizado contratos fideicomisarios que crecían en complejidad a la par del costo de las compras deseadas. Nueva leyes, dijo, penalizarían a los contadores y agentes inmobiliarios que ofrezcan asesoría a compradores residenciados en el extranjero sobre cómo saltarse las reglas. A principios de año, el funcionario ordenó que una persona con domicilio en Hong Kong y que compró una mansión de 39 millones de dólares australianos (US$31 millones) en Sídney vendiera la propiedad después de que investigadores encontraran que la había adquirido ilegalmente a través de una red de compañías pantalla. Hockey desestimó las preocupaciones de que la campaña de su gobierno sobre compras de casas por parte de extranjeros podría socavar la confianza de los inversionistas. Los costos para ingresar al mercado de bienes raíces de Australia siguen siendo bajos para el extranjero comparados con lugares como Singapur o Hong Kong, dijo. “Esto no nos hace ningún daño, ninguno en absoluto, en cuanto a destino de inversión extranjera porque aquí estamos hablando de la integridad de las leyes vigentes”, sostuvo.