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Pagan US$23,5 millones por ex casa del pianista José Iturbi

La propiedad de arquitectura española tiene un terreno de poco menos de media hectárea

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El pianista español José Iturbi adquirió la casa en los años 40 y vivió allí hasta su muerte en 1980.

CORTESÍA DE HILTON & HYLAND
El pianista español José Iturbi adquirió la casa en los años 40 y vivió allí hasta su muerte en 1980.
CORTESÍA DE HILTON & HYLAND

Una casa en Beverly Hills cuyos ex dueños incluyen al pianista español José Iturbi y la actriz alemana Marlene Dietrich se vendió en una operación privada por US$23,5 millones, según los agentes de Hilton & Hyland Rachel Maslan y Felix Peña, quienes representaron al vendedor. La propiedad, que llegó a tener un precio de US$25 millones, incluye una casa en estilo renacentista español de alrededor de 836 metros cuadrados, dijo Maslan. La residencia, sobre un terreno de poco menos de media hectárea, tiene además una piscina y una suite para huéspedes. Maslan y Peña no quisieron identificar al vendedor, pero señalaron que este nunca vivió en la casa. Según los registros públicos, el vendedor fue el ejecutivo de la industria de indumentaria Shawn Far, quien compró la residencia al patrimonio de Iturbi en 2008 por US$7 millones. Iturbi adquirió la casa en los años 40 y vivió allí hasta su muerte en 1980, según su ahijada, Donelle Dadigan. Dimitri Velis, también de Hilton & Hyland, representó al comprador. Dijo que su cliente es un extranjero “con casas alrededor del mundo”, que adquirió la propiedad “sin ir a verla”. Dietrich, una estrella de cine y cantante, vivió en la casa en los años 30, según su nieto, Peter Riva. En ese entonces, la casa estaba en manos de su amiga la condesa Dorothy di Frasso, dijo Riva. La condesa contrató a la decoradora de interiores Elsie de Wolfe para amoblar la casa, contó Dadigan. “Era de verdad la casa art déco”, dijo Riva. Iturbe había sido invitado en una de las fiestas de la condesa, cuenta Dadigan, y le dijo que si alguna vez quería vender su casa, que por favor le avisara. El pianista la compró totalmente amoblada, dijo Dadigan, y muchos detalles del tiempo de la condesa, como el papel tapiz pintado a mano, siguen en la propiedad.