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Frontera México: el fideicomiso se interpone entre la playa y los extranjeros

Un proyecto de ley para eliminar la restricción de compra en la 'zona restringida' languidece en el Senado

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Puerto Vallarta, en la foto, junto con Cancún y Los Cabos, son los destinos vacacionales en México más codiciados por los extranjeros.

Getty Images
Puerto Vallarta, en la foto, junto con Cancún y Los Cabos, son los destinos vacacionales en México más codiciados por los extranjeros.
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CIUDAD DE MÉXICO---Hace unos años, el pronóstico era soleado para los compradores internacionales que querían hacerse de una propiedad frente al mar en tierra maya. México parecía presto a cambiar sus leyes para permitir a los extranjeros una propiedad más directa de ciertas tierras. Sin embargo, al parecer la idea ha resultado demasiado buena para ser cierta. Un proyecto de ley que les permitiría a los compradores internacionales tomar control de propiedades codiciadas en la llamada “zona restringida” del país fue aprobada en 2013 por la cámara de diputados del Congreso pero desde entonces ha estado estancada en el Senado y parece que el statu quo permanecerá. El Dr. Harold Dutton, profesor del Instituto de Investigación en Políticas Públicas y Gobierno de la Universidad de Guadalajara, dijo que levantar la restricción requeriría un cambio constitucional, lo que significa que la mitad de los congresos estatales deben aprobar la reforma. México tiene 31 estados más el Distrito Federal. "En este momento lo veo bien difícil", dijo Dutton. "México tiene esta especie de doble discurso con el extranjero. Nos sale mucho el nacionalismo". Los autores del proyecto de ley no pudieron ser contactados para comentar. Los extranjeros que quieren comprar bienes raíces en México necesitan un permiso de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Para comprar en la zona restringida, que se encuentra a 100 kilómetros a lo largo de las fronteras terrestres o a 50 kilómetros de las playas, necesitan un fideicomiso, según el sitio web de la secretaría. El banco es el que mantiene el título de la propiedad, mientras que el comprador posee derechos sobre el inmueble por un máximo de 50 años. El propietario tiene derecho a nombrar herederos y beneficiarios sustitutos dentro del fideicomiso. Los fideicomisos pueden ser renovados por periodos de 50 años. En este proceso, el dueño puede decidir cambiar de banco fideicomisario, pero los principales beneficiarios deben seguir siendo los mismos del documento original o una serie de impuestos podrían aplicarse, dice The Settlement Company, una empresa de consultoría en Baja California Sur que maneja transacciones inmobiliarias a lo largo de México. El costo para obtener un permiso para establecer y registrar el fideicomiso es de alrededor de US$1.500 además de una comisión anual de administración que va desde US$350 hasta US$500, además de costos de cierre. El proyecto de ley que habría eliminado esta estructura de propiedad ahora parece a un océano de distancia. “Seguiremos con el fideicomiso en el futuro inmediato”, dijo Linda Jones Neil, fundadora de The Settlement Company. Destinos de playa como Cancún, Los Cabos y Puerto Vallarta ofrecen precios de ganga en bienes raíces de lujo. Según la firma de consultoría e investigación inmobiliaria Softec, con sede en Ciudad de México, hasta el año pasado un metro cuadrado en Cancún costaba menos de US$3.000. En comparación, en Miami el metro cuadrado costaba poco menos de US$5.000. “México es el Wal-Mart de las propiedades vacacionales”, dijo Gene Towle, socio director de Softec. El mercado general de bienes raíces de México fue golpeado el año pasado por la introducción de un impuesto a la ganancia de capital de 35% sobre la venta de propiedades de alrededor de 3,5 millones de pesos o más (alrededor de US$250.000 al cambio actual), lo que ha desanimado a posibles vendedores de colocar sus mansiones en el mercado.