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Toda la intimidad de un hogar en un hotel

Cada vez más cadenas de lujo ofrecen residencias con comodidades cinco estrellas

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Una de las residencias en el Mandarin Oriental de Las Vegas.

MANDARIN ORIENTAL HOTEL GROUP
Una de las residencias en el Mandarin Oriental de Las Vegas.
MANDARIN ORIENTAL HOTEL GROUP

El empresario de Internet Neil Patel vive como un huésped VIP. Su condominio de 3.000 pies cuadrados (casi 280 metros cuadrados) y dos dormitorios se ubica en el piso 31 del Mandarin Oriental en Las Vegas. El hombre de negocios de 30 años tiene a su disposición una piscina, un bar y dos restaurantes, por no hablar de los servicios de un conserje para atender a todas sus necesidades. "Es una buena vida", reconoce. Con Ritz-Carlton y The Four Seasons como pioneras, clientes de alto poder adquisitivo están optando por residencias en cadenas de hoteles de lujo. Algunos compradores son ejecutivos que viajan con frecuencia a una ciudad en particular y consideran la vivienda como una inversión que pueden utilizar. Otros son parejas cuyos hijos ya se han ido de casa y quieren una propiedad en medio de toda la acción, ya sea en una ciudad como Nueva York o cerca de una pista de esquí en Colorado. Lea más: Las cajas fuertes de lujo no guardan dinero Algunos optan por comprar directamente, mientras que otros se deciden por una propiedad compartida. Lo que les atrae es tener las comodidades de un hotel de cinco estrellas, combinadas con la intimidad de un hogar. Para estos ‘hogares de hotel', la venta más cara hasta la fecha es un apartamento de 10.923 pies cuadrados (1.015 metros cuadrados) en la torre One57 en Manhattan, en la cima de un nuevo Park Hyatt. Una unidad allí se vendió por alrededor de US$100 millones, con cargos mensuales de US$37.546. Una residencia de cuatro dormitorios y 4,5 baños recién renovada en el histórico Hotel Carlyle de Manhattan se encuentra actualmente en el mercado por US$22,5 millones, con cargos mensuales de US$46.687. De acuerdo con la información de la propiedad, esta incluye servicio de limpieza dos veces al día e instalaciones como una floristería, centro de belleza, centro de negocios, lavandería, spa y gimnasio, conserjería, servicio de comidas y seguridad completa. El Four Seasons está actualmente promocionando residencias privadas que forman parte de un nuevo hotel, en el centro de Manhattan, con apartamentos de 1.100 pies cuadrados (102 metros cuadrados) y un dormitorio a partir de US$2,9 millones. El Mandarin Oriental opera ocho residencias conectadas a las propiedades globales del grupo, dijo el portavoz Jeremy Viray. Ellas están en Atlanta, Bodrum, Boston, Las Vegas, Londres, Macao, Nueva York y Taipéi. A finales de este año, la compañía pondrá en marcha la venta de residencias en el Mandarin Oriental en Bangkok, situado en diagonal al frente del río Chao Praya. "Los propietarios más exigentes disfrutan de un acceso privilegiado a todo lo que uno espera como huésped del hotel, además de servicios exclusivos de residentes-propietarios", dice.  Los precios dependen de los desarrolladores individuales de cada residencia. Patel compró su casa en Las Vegas hace dos años por US$3,5 millones, después de vivir en el Park Hyatt en Seattle. Paga US$3,000 al mes en cuotas de propietario, que incluyen los cargos por servicio de conserjería y mantenimiento. El servicio de limpieza es de US$50 por hora. "Lo que me gusta de vivir en un hotel es lo fácil que es y no me veo volviendo a vivir en una propiedad 'normal'", dice. "Alguien estaciona mi auto, no tengo que recoger mi correspondencia porque la dejan en mi puerta, y puedo encargar lavandería y comida cuando quiera. Un año pedí que me dejaran cena de Acción de Gracias". Con una apretada agenda de trabajo, Patel dice que vivir en un hotel le ahorra dinero. "Trabajo entre 70 y 80 horas a la semana y viajo mucho, así que no quiero tener que lidiar con problemas de mantenimiento o preocuparme de que mi apartamento esté seguro si me voy por largos periodos de tiempo", añadió. Cuando tiene invitados por negocios o por placer, los recibe en el bar de cócteles y cenan en uno de los restaurantes del hotel. "Esos costos no están incluidos en las cuotas mensuales", dice Patel riéndose. "Tengo que pagar como todos los demás".