La devaluación de la libra esterlina post Brexit está haciendo que muchos inversionistas inmobiliarios internacionales en busca de gangas consideren una compra en el Reino Unido, pero ¿es realmente el mejor momento para entrar al mercado residencial de Gran Bretaña?
“Depende de su apetito de riesgo”, dijo Adrian Masters, director del Departamento de Economía de la Universidad Estatal de Nueva York en Albany.
Para los intrépidos, dijo, podría de hecho ser un buen momento para comprar, en la medida en que una libra más débil hace que las propiedades en el Reino Unido sean menos costosas para los posibles compradores ricos en dólares. La libra cayó a un mínimo de tres décadas frente al dólar después de que el 52% de los votantes del Reino Unido eligió la semana pasada retirarse de la Unión Europea.
Los inversionistas con efectivo disponible y un apetito de riesgo podrían adelantarse a la competencia de los más conservadores en caso de que los precios suban de nuevo y ya no haya ofertas, dijo Masters. Aún así, recomienda actuar con precaución.
La reducción inmediata de los precios de la vivienda en el Reino Unido como consecuencia de la devaluación de la libra podría ser tentadora para los inversionistas que ya estaban considerando una compra antes del referéndum Brexit. Sin embargo, actúan demasiado pronto podrían perder oportunidades aún más rentables.
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“Trato de no usar la moneda como el factor para invertir, ya que los bienes raíces son [inversiones] a largo plazo y las tasas de cambio se mueven hacia arriba y hacia abajo durante el periodo de tenencia de cualquier propiedad en el extranjero”, dijo Lief Simon, cofundador de Live and Invest Overseas, una fuente en línea de información sobre vivir, retirarse e invertir en el extranjero, con sede en Ciudad de Panamá.
Después de su profunda caída inicial y a medida que disminuye la incertidumbre en torno al Brexit, la libra ha recuperado algo de terreno.
“Si quiere comprar ahora, la moneda está a su favor, pero si busca comprar dentro de un año, la relación entre oferta y demanda podría cambiar”, dijo Simon, quien ha invertido en el sector inmobiliario a nivel internacional, incluyendo Colombia, donde compró un departamento en 2010.
A medida que las empresas consideran nuevas sedes europeas, puestos de trabajo podrían ser reubicados fuera de Londres, lo que, a su vez, forzará a muchos propietarios a poner sus propiedades en venta, añadiendo a la oferta del mercado. Un aumento en el inventario de viviendas, sobre todo si es superior a la demanda, podría resultar en precios de casas aún más bajos.
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Masters también advierte sobre el potencial de la agitación política en la salida del Reino Unido de la UE que es un proceso de dos años que no arranca oficialmente hasta que el gobierno británico invoque el Artículo 50 del Tratado de la UE.
“No sabemos aún qué va a pasar”, dijo.
Masters recomienda a los inversionistas conservadores esperar al menos hasta que se instale un nuevo Primer Ministro británico, tras la renuncia de David Cameron, quien dejaría el puesto en unos meses.