En Vermont el verano ha terminado oficialmente y la temporada de esquí está por venir, pero en el medio siempre hay un hermoso follaje de otoño, y ahora una buena oportunidad para comprar una isla privada.
Cedar Island, situada en el archipiélago del norte del Lago Champlain, será subastada el 12 de octubre. La propiedad, que antes estuvo en venta por US$1,7 millones, tiene 8,4 acres (3,4 hectáreas) y se venderá en o por encima de US$850.000 de acuerdo con la casa de subastas de lujo Concierge Auctions, que se encarga de la venta. (Tenga en cuenta que el precio medio de un departamento de un dormitorio en Manhattan es de US$992.000, según Miller Samuel y Douglas Elliman Real Estate).
En Cedar Island, la residencia principal se encuentra en el punto más alto. Cuenta con cinco dormitorios y dos baños, que incluyen chimeneas de piedra con estufa de leña, techos abovedados de pino y pisos de madera de cerezo.
En los exteriores hay una zona de estar con chimenea, una terraza con bañera de hidromasaje, un mirador con vistas al césped y una cancha de tenis de arcilla roja. La propiedad también tiene una casa de huéspedes de un dormitorio y un baño y una cabaña como para un artista.
"Se trata de una propiedad tan única", dijo Laura Brady, presidenta de Concierge Auctions.
Ésta no es la primera isla privada que la empresa ha subastado. Innocence Island, la isla más grande de propiedad privada en la cadena de Exuma de las Bahamas, fue vendida por US$18,7 millones en 2014, según Brady.
Cedar Island cuenta con navegación, kayak y pesca de clase mundial, un arrecife famoso y belleza natural.
"Tiene una vista elevada de 360 grados del lago Champlain de agua clara profunda y cristalina, las montañas verdes y las montañas Adirondack," dijo Kathy O'Brien, agente encargada de la venta de Four Seasons Sotheby’s International Realty.
Además, la isla cuenta con fácil acceso a todas las comodidades modernas. Está a cinco minutos de viaje en barco de la marina continental de South Hero y a cerca de 16 millas (25,6 kilómetros) de las afueras de Burlington. "Se trata de un sitio de escape mental verdaderamente sereno", dijo O'Brien. "Usted está cerca de todo, pero lejos de la multitud."
O'Brien se negó a dar el nombre del propietario actual, pero dijo que es una familia de Connecticut que ha utilizado la isla durante unos 10 años.